Thursday, October 1, 2020

Lo que una tostadora de 300 dólares nos enseña de la democracia

¿En qué consiste el sesgo del ancla?

¡Hola! Hoy tenemos una edición especial de nuestro boletín. Nuestros colegas Max y Amanda de The Interpreter tienen una serie de textos que queremos compartirte de manera exclusiva en español.

Esta semana ha sido agotadora: llegamos a la triste cifra global del millón de muertos a causa del coronavirus. Y gran parte del discurso político –y de nuestro esfuerzo mental— ha estado dominado por el ambiente tóxico del debate presidencial en Estados Unidos. Pero, como escribe Amanda Taub hoy, hace bien tomar conciencia de la distorsión que prevalece en el discurso, al menos en lo que respecta a la política estadounidense. Aquí nos lo explica.

— Elda Cantú

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Lo que la mercadotecnia de las tostadoras nos enseña de la política

El presidente Trump en un mitin en Wisconsin. El martes dijo que la votación era “un fraude y una vergüenza” y un ejemplo de “una elección amañada”.Al Drago para The New York Times

Me empieza a preocupar que las amenazas del presidente Trump de rehusarse a una transferencia de mando pacífica se estén convirtiendo en la tostadora de los 300 dólares de la vida política estadounidense.

Esto es lo que quiero decir.

¿Alguna vez fuiste a una tienda de electrodomésticos lujosos a buscar algún artículo básico como, digamos, una tostadora? No necesitas mucho —un aparato que haga pan tostado— así que no anticipas gastar tanto dinero.

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Al llegar a la sección de tostadoras de la tienda, haces lo correcto y pasas de largo frente al estante con el modelo de diseñador de última generación de 300 dólares. También pasas de largo frente al que cuesta 100 dólares, a pesar de que tiene varias ranuras y promete atender todas las necesidades que implican tus bagels.

Con el modelo más barato del pasillo basta. Sin parafernalia ni colores de moda. Hace tostadas. Cuesta 75 dólares. Ahora es tuyo.

Más tarde, por la noche, te das cuenta: gastaste 75 dólares en una tostadora. ¡Y una bien básica que ni siquiera prometía tratar bien a tus bagels! Hay tostadoras realmente buenas que cuestan unos 30 dólares. ¿Cómo sucedió esto?

Fuiste víctima del sesgo cognitivo llamado efecto anclaje que sucede cuando, al presentarte una cifra u opción inicial, empiezas a usarla para evaluar todas las alternativas que se te presentan posteriormente. Las tiendas lo saben y por eso es que la tostadora de los 300 dólares ocupa un lugar tan visible. No esperan que nadie la compre, sin embargo, desean que sirva para anclar la percepción de sus clientes respecto a las otras alternativas.

La versión súper elegante hizo que la de 75 dólares pareciera mucho más barata, aunque objetivamente –y sin el ancla– estaba carísima.

Eso me recuerda la repetida insistencia del presidente Trump de que podría rehusarse a abandonar el cargo si pierde la elección. Esto presenta la aterradora posibilidad de que Trump intente un golpe si no es declarado como el ganador de la elección. Es una violación extrema de las normas democráticas. Los analistas, políticos y votantes están, con razón, preocupados.

Pero también deberíamos desconfiar de que la creciente atención que despierta esa posibilidad podría estar anclando nuestras ideas de lo que constituye una crisis porque la realidad es que hay muchas cosas que podrían ser profundamente dañinas para la democracia antes que un golpe. Y algunas de ellas ya están sucediendo.

Por ejemplo, en el debate del martes, Trump se rehusó a condenar a los grupos de supremacistas blancos y a las milicias y no quiso pedirles que se abstengan de participar en actos violentos. En vez de eso, les dijo a los Proud Boys, un grupo de extrema derecha, que “aguarden”, un mensaje que algunos miembros de ese grupo ven como un respaldo a sus tácticas violentas.

Si estás preocupado por la posibilidad de que Trump tal vez no abandone el cargo, entonces que el presidente aliente a los grupos de extrema derecha sugiere la perturbadora posibilidad de que esas organizaciones podrían salir en su apoyo llegado el momento, lo que provocaría enfrentamientos violentos en las ciudades estadounidenses cuando las milicias extremistas salgan a luchar para que Trump se quede en la presidencia.

Ciertamente es una idea aterradora. Pero también es el pensamiento de la tostadora de 300 dólares, porque anclarse en esa posibilidad hace que la violencia que ya está sucediendo en las ciudades estadounidenses parezca menos mala, en comparación.

Ari Weil, investigador en la Universidad de Chicago, ha estado rastreando los ataques causados con vehículos, en los que alguien embiste con un auto a una multitud de manifestantes. Desde que iniciaron las protestas en todo Estados Unidos contra la violencia policial en mayo, ha identificado 43 ataques en los que el conductor parece haber tenido ‘intención maliciosa’ y más de 100 ataques en total. En muchos de los casos, los conductores admitieron específicamente haber tenido motivaciones políticas o tenían antecedentes de participación en grupos extremistas, ya sea en persona o en redes sociales. La mayoría de estos incidentes están relacionados con la extrema derecha, pero esta semana una mujer en California fue acusada de intento de asesinato después de embestir con su auto un evento a favor de Trump.

El presidente Trump también ha alentado a los policías para que usen la fuerza física. En 2017, por ejemplo, le dijo a los efectivos policiales que no fueran “demasiado amables” con los sospechosos al momento de arrestarlos. Este mes en Mineápolis, dijo que había sido un “hermoso espectáculo” cuando la policía disparó balas de goma contra Ali Velshi, un periodista que cubría la protesta para MSNBC.

Incluso los expertos son influenciados por el efecto ancla.

“Cuando la policía participa en la vigilancia excesiva, incursiona en las libertades ciudadanas y hace uso de la fuerza arbitraria como un asunto de patrullaje de rutina, muchos académicos de la política estadounidense se muestran reacios a considerarlo como una violación a la democracia y simplemente consideran que se trata de aberraciones en una democracia que, de otro modo, es funcional”, escribieron hace poco Vesla Weaver, politóloga de la Universidad Johns Hopkins University y Gwen Prowse, estudiante de doctorado en Yale, en un artículo publicado en Science.

Estos expertos temen un escenario extremo en el que el gobierno federal prohíba las elecciones y la competencia política, algo que ciertamente sería muy aterrador. Pero centrarse en eso ancla las percepciones de lo que es realmente malo y deforma los puntos de vista sobre lo que es aceptable.

Desafortunadamente, los experimentos sugieren que es difícil evitar ser influenciado por el sesgo del ancla, incluso si estás consciente de ese efecto. Pero algo que parece ayudar es tener tus propias objeciones al ancla. En el caso de la tostadora, tal vez eso significa leer las reseñas en línea y utilizar sus recomendaciones de aparatos más baratos como un modo de objetar una compra más costosa.

Y, en el caso de la salud de la democracia estadounidense, eso podría ser considerar los derechos que otros gobiernos democráticos brindan a sus ciudadanos y usarlos para informar tus juicios sobre los derechos y protecciones otorgados a los estadounidenses en la actualidad.

📧 Desde nuestro buzón

Estamos abrumados con las respuestas que recibimos a la edición del jueves pasado y seguimos poniéndonos al día con los correos.

Este nos lo escribió el doctor Fabián Rodríguez Escudero:

“No podría estar más de acuerdo con el análisis realizado. En mi país (Uruguay) vimos este espiral de transgresiones democráticas que derivó en la dictadura del año 1973-1985. Más acá en el tiempo observamos con perplejidad lo sucedido en Venezuela, actualmente estamos atónitos con lo que acontece en Argentina, y preocupados por Chile, Brasil y USA. La intervención descarada del poder ejecutivo sobre el poder judicial suele ser un punto de inflexión de difícil retorno”.

Aquí otro que recibimos desde España, firmado por AJ:

“Aunque la política estadounidense parece que es lejana para nosotros, nos afecta mucho más de lo que piensa la mayoría, pues vuestra no-pertenencia a algunas instituciones internacionales, medioambiental, penal, etc., nos afecta a todos. Trump nos afecta a todos”.

Mañana volvemos a nuestra programación regular con las mejores lecturas para el fin de semana. ¿Eres estudiante o profesor y El Times te sirve en clase? Me encantaría saberlo.

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